miércoles, 15 de junio de 2011

Creciendo por fuera

La pubertad, que según el diccionario es la primera fase del período de transición entre la infancia y la edad adulta, se caracteriza por lo que se llama un "crecimiento acelerado" de la estatura, debido al efecto de las hormonas sexuales sobre el esqueleto. En las chicas suele ocurrir a partir de los diez años y medio, y en los chicos desde los doce y medio. Se ganan entre seis y doce centímetros por año, lo que explica los dolores de huesos que a veces sufrís los adolescentes. Hasta los catorce años las chicas sois más altas, pero luego los chicos las adelantáis.
Además de crecer "hacia arriba", se va creciendo también "a lo ancho". Esto suele ser motivo de gran preocupación para muchos jóvenes porque temen no llegar a tener un físico normal.
La época y el lugar en los que te haya tocado vivir son los que van a determinar si estás dentro de los límites normales, es decir, aquellos entre los que se encuentra la mayoría de la población a la que perteneces.
Tu estatura va a depender principalmente de tu herencia genética, aunque también van a influir una buena alimentación, el ejercicio regular e incluso un seguimiento médico en los casos especiales en que sea necesario. Si te preocupa mucho el no haber alcanzado la talla que corresponde a tu edad, no dudes en consultar a un especialista.
No olvides, sin embargo, que cada cual tiene su ritmo particular también en esto del crecimiento, y que, aunque te veas "canijo" a los quince años, comparado con otros de tu grupo, puedes experimentar de repente un acelerón y convertirte en el más alto de todos ellos. Es probable que tu estatura o tu peso no corresponda exactamente a lo que dicen los manuales y que por ello seas motivo de burlas o despreio por parte de otro jóvenes.
Vergüenza, timidez, complejos, incluso un estado de ánimo depresivo son sentimientos naturales, en particular en estos momentos en los que necesitas mucho apoyo por parte de los demás, especialmente de los amigos. Si observas un poco, verás que les pasa a muchos de ellos también, incluso a los que parecen estar "por encima del bien y del mal".

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